El sábado 27 de noviembre, en el Salón Candiles, del hotel Sheraton, de la ciudad de Chihuahua, se comenzó a implementar nuestro curso "Construcción de ciudadanía". Mediante doce sesiones mensuales su propósito es que los asistentes apliquen las nociones fundamentales del Pensamiento Social Cristiano, y su método ver-juzgar-actuar, en los procesos de construcción de ciudadanía para fomentar el compromiso a colaborar con otros en la edificación de una sociedad justa y humana.
El evento contó con la coordinación presencial de Alejandro H. Palacios Torres, responsable de cursos fuera de la sede de IMDOSOC y con presencia de cien funcionarios públicos. Entre otros de Antonio Olivas, titular de la Unidad de Transparencia del Congreso del Estado; Arturo Estrada Reza, del Instituto Federal electoral; Amanda Córdova, tesorera municipal; colaboradores de la Diputada Marisela Terrazas y de la Subsecretaria de Educación Media Superior y Superior, del H. Ayuntamiento; sindicalistas de Servicios educativos, así como funcionarios de las universidad Autónoma y Politécnica de Chihuahua, y del equipo de la Comisión Diocesana de Laicos de Chihuahua.
Al finalizar nuestra conferencia, partiendo de las provocaciones expresadas por el Maestro Jaime Laines, y su explicación del Método de la transformación social, se llevó a cabo un trabajo por mesas temáticas según cada dimensión de la pastoral social, a fin de proyectar acciones prioritarias y concretas para mejorar, desde las capacidades de decisión de los asistentes, las condiciones de vida de las personas en situación de descarte en el Estado.
Cabe indicar que este esfuerzo y convocatoria responde al interés de Monseñor Luis Padilla Coordinador diocesano de la Pastoral social y del Ing. Ignacio Legarreta, exalumno de cursos fuera de la sede del IMDOSOC, cuyos vínculos y visión hicieron posible que el proyecto, inicialmente pensado como actividad local en Ciudad Juárez, se expandiera y tuviera una convocatoria para todo el Estado.
La proyección a largo plazo por los organizadores, es que este sea un esfuerzo permanente y replicable a otras localidades de la república. De forma que se pueda establecer un acompañamiento intelectual y espiritual a los miembros de la función pública, cuya carencia es una realidad sentida. Y que, desde esta experiencia, se vayan creando grupos de trabajo para acciones concretas que, sin contravenir los principios y criterios de la Doctrina social y del Pensamiento social cristiano, coadyuven a la transformación de la realidad social.
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