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Foto del escritorAcadémicos IMDOSOC

¿Qué hacemos y aprendemos en el diplomado en Pensamiento Social Cristiano de IMDOSOC?


Desde sus inicios, los creyentes de todas las religiones han intentado que su vida sea congruente con la religión que profesan. Para los cristianos, Jesús es el punto de partida (principio) y la razón e impulso para vivir la vida diaria (fundamento). Seguirlo es una invitación a darle sentido y orientación a nuestra vida.


En el cristianismo, desde los primeros tiempos, han existido personas que guiaron su vida y la de sus grupos por esos valores. Ellas y ellos quisieron poner en práctica diariamente las motivaciones y orientaciones de Jesús. A esta reflexión que hacen los cristianos en el interior de su fe acerca de lo social, es decir, de lo económico, lo político, lo laboral, lo familiar, etc., se le denomina Pensamiento Social Cristiano. Éste existe desde que hay seguidores de Jesús, pero, en ocasiones, no ha sido más que prácticas sin mucha organización. Poco a poco se fueron pensando y ordenando en torno a la insistencia en que las relaciones sociales, políticas y económicas deberían estar guiadas por normas como la justicia y la caridad, y que el bien de todos debería ser mayor que el bien de unos pocos.


Con todo, es hasta el siglo XIX cuando toma cuerpo como disciplina ordenada. A esta organización formada en torno a documentos oficiales de la Iglesia jerárquica (papas y obispos) se le nombra Doctrina Social de la Iglesia. El primer documento oficial que habla explícitamente al respecto fue Rerum novarum, publicada por León XIII. Este papa tuvo la genialidad de recuperar oficialmente la riqueza del pensamiento social que se había generado en el pasado y lo aplicó a la situación laboral en el contexto de la revolución industrial que vivía Europa.


Así, con la publicación de Rerum novarum, la Doctrina Social de la Iglesia inició un proceso de reflexión sistemática sobre lo social que no se ha detenido hasta el presente. Los documentos subsiguientes de los papas prevalentemente han tenido la forma de encíclicas, de ahí que a los pontífices que las publican se les haya dado el nombre de papas sociales. A pesar de ello, la Doctrina Social de la Iglesia no se expresa únicamente en estos textos pontificios. También se encuentra expresada en las intervenciones de los obispos en conferencias episcopales o en intervenciones particulares de los teólogos.


De este modo, los principios afirmados por León XIII fueron retomados y profundizados por las encíclicas sociales sucesivas. De forma que la Doctrina Social se podría entender como una actualización, una profundización y una expansión del núcleo originario de los principios expuestos en Rerum novarum ante situaciones nuevas e inesperadas, incluso para el momento de León XIII. De forma que, con su texto, confirió a la Iglesia una especie de “carta de ciudadanía” respecto a las realidades cambiantes de la vida pública. Su afirmación más atrevida es que los graves problemas sociales podían ser resueltos solamente mediante la colaboración entre todas las fuerzas de la sociedad, incluyendo al Pueblo de Dios.


Así, aunque la manera de hacer Pensamiento Social Cristiano ha cambiado, éste quiere crear “puentes” entre nuestra vida diaria y el mensaje de Jesús contenido en la Biblia o en los documentos magisteriales. Y su objetivo sigue siendo el mismo: que la vida diaria de cada uno de nosotros sea “transparente” a los valores, actitudes y sentimientos de Jesús, aplicándolos a lo laboral, económico, político, etc.


En el IMDOSOC pretendemos, con los dos módulos de nuestro diplomado en Pensamiento Social Cristiano —en este año implementados nuevamente de forma virtual—, que las y los estudiantes analicen los principios fundamentales del Pensamiento Social Cristiano, a fin de establecer una reflexión crítica sobre problemáticas de su entorno y generar propuestas creativas teóricas o prácticas como respuesta dentro o fuera de sus ámbitos pastorales.


En este caminar emprendemos un itinerario en donde el papel de los laicos es fundamental, por lo que analizamos sus tareas actuales. Partimos de la profundización en la historia y fundamentos bíblicos y teológicos del Pensamiento Social Cristiano y su formulación en las encíclicas sociales, de las cuales revisaremos sus contextos y aportaciones principales. Asimismo, analizaremos las principales producciones magisteriales latinoamericanas para identificar sus aportes a este corpus de pensamiento y cómo iluminan nuestra acción. Exploramos también los pasos y aplicación de su metodología (conocida como discernimiento evangélico de la realidad social), revisando cómo y de qué manera pueden ser aplicados los principios y criterios de la Doctrina Social al planteamiento y reorientación de temas como los derechos humanos, la justicia a las personas excluidas y descartadas y a temas derivados de la economía. ¿Te interesa saber cómo es posible nutrir y transformar las realidades sociales desde tu fe? ¡Anímate a acompañarnos y vive la experiencia del Verano IMDOSOC!


Alejandro Palacios

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