Hoy más que nunca somos conscientes del cambio de época que vivimos. El desarrollo tecnológico, el consumismo a pesar de la depredación de la naturaleza, parecen los protagonistas que deben ser respaldados y sostenidos por el sistema económico y político.
En este contexto, valores como la eficiencia, la maximización de las ganancias y la acumulación de riqueza material se han convertido en el centro de un pensamiento económico que “piensa” por sí mismo, y que apunta a un crecimiento permanente e ilimitado, incapaz de garantizar el respeto del medio ambiente y la equidad social. Ante la crisis actual, agudizada con la pandemia de Covid-19, es prioritario generar cambios que den visibilidad a las luces de humanidad y que doten de un nuevo sentido a la economía de hoy, para transformarla y ponerla en verdad al servicio de todas las personas y cuidando la naturaleza.
Por ello, el papa Francisco hace un llamado a todos y todas —en especial, a los jóvenes— para reanimar la economía, es decir, construir otra forma de entender la economía y el progreso, donde nadie quede descartado, donde haya nuevos estilos de vida que piensen en el otro y cuiden la “casa común”.
Aunque ya existen iniciativas en el mundo que dan respuesta, es necesario que surjan otras, que brillen más y que el sistema las acoja y sostenga, en vez de descartarlas, dejarlas al margen o destruirlas. Por eso, el Papa pone a disposición del mundo esta gran plataforma llamada Economía de Francisco, para que brillemos juntos.
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