Entrevista con el Mtro. Gerardo Cruz
El Mtro. Gerardo Cruz González, quien colabora y coordina la VII Jornada de Migrantes y Solidaridad organizada por el Instituto de Doctrina Social Cristiana (Imdosoc) y es Coordinador de Formación y Reflexión de la Red Clamor América Latina y México, compartió sus perspectivas sobre esta próxima jornada y la situación migratoria actual en una entrevista que brinda luz sobre la importancia y objetivos desde este próximo encuentro.
P1. ¿Cuál es la posición del Imdosoc y cuáles crees que son los retos a vencer frente al contexto migratorio?
R1.
La posición del Imdosoc se alinea con la Doctrina Social y la tradición de la Iglesia latinoamericana, que ve en las personas más vulnerables un llamado a la “misión”. Ésta se materializa en la hospitalidad y en los cuatro verbos que el Papa Francisco señaló en 2018: acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes. El Imdosoc busca contribuir a la transformación de las estructuras sociales hacia el bien común y la justicia social a través de espacios académicos y colaboración con otras instituciones y formación de diversos agentes sociales.
Tenemos la certeza de que en la ruta de los migrantes “Dios Camina con su Pueblo” cómo ha indicado el Papa en el Mensaje de la Jornada Mundial del migrante y refugiado de este año. Está Jornada nos ayuda a continuar en marcha con migrantes y refugiados acompañándolos en su camino.
P2. ¿Cuál es el objetivo principal de la VII Jornada de Migrantes y Solidaridad y qué impacto social se espera lograr?
R2.
El objetivo principal de la Jornada es conectar los estudios académicos con la práctica pastoral de atención a migrantes y refugiados, para beneficiar a los migrantes, especialmente aquellos en tránsito en la Ciudad de México. También queremos inspirar acciones que favorezcan políticas públicas y respuestas pastorales que mejoren las condiciones de vida y protección de estas personas vulnerables.
P3. ¿Qué diferencia tiene esta edición de la Jornada respecto a las anteriores y qué novedades presenta?
R3.
Esta Jornada de Migrantes y Solidaridad se caracteriza por partir de la realidad actual, que es siempre cambiante y llena de nuevos retos. Este año se enfocará en la diversidad de situaciones políticas y económicas, como el reciente cambio de gobierno en Estados Unidos y el próximo liderazgo en México, los cuales traerán nuevos enfoques sobre el fenómeno migratorio. Además, se visibilizarán las prácticas pastorales y los aportes de diversas casas de acogida y centros hospitalarios, así como las enseñanzas más recientes del Papa Francisco. Además, entendemos que el fenómeno migratorio es regional, en esa medida tendremos la presentación de la primera carta pastoral sobre migración en nuestra región de Norte, Centroamérica y el Caribe y presentaremos los trabajos que como Red Clamor hemos hecho de incidencia sobre el estatuto de refugiados conocido como Cartagena +40.
P4. ¿Qué mensajes clave se espera evocar en los asistentes?
R4.
El evento busca ser un espacio de escucha mutua donde los asistentes, incluidos migrantes y refugiados, aporten y reciban mensajes que encarnen la visión de hospitalidad y respeto por los derechos humanos. Un enfoque clave es la interculturalidad, entendiendo que lo diverso es una fuente de enriquecimiento cultural, económico y social, y que el miedo y la exclusión son productos de la desinformación o intereses ajenos al bien común.
P5. ¿De qué manera la espiritualidad y la reflexión teológica se conecta con la situación actual de la movilidad humana?
R5.
La reflexión teológica busca comprender la historia humana a la luz de los valores del Reino de Dios, como la justicia y la paz. En la situación de movilidad humana, permite a la comunidad entender cómo nuestras acciones se acercan o alejan de estos principios y reconocer que somos Pueblo en camino.
Por mucho tiempo se ha olvidado la dimensión social de la fe y se ha reducido ésta al interior de las iglesias o a la intimidad de las personas. Pero como dice el apóstol Santiago “muéstrame tu fe que yo te muestro mis obras”, en el sentido de que la fe se debe expresar en hechos y los hechos que nos llaman a una vida solidaria de cuidado y de atención a los más vulnerables que se constituye en un imperativo ético para los bautizados. No podemos pasar de largo ante escenas como la del Buen samaritano, que nos invitan a emular aquel hombre de la parábola escrita en el evangelio de Lucas, para que al ver a nuestros hermanos tirados en el camino también tengamos acciones para acercarnos a ellos, curarlos y cuidarlos.
En ese sentido el llamado teológico al cuidado y a la vida comunitaria es necesario, para esta sociedad individualista que se rompe en una crisis expresada en diversos ámbitos como en lo ecológico, en lo social, en lo político, en lo económico y también en lo que hemos llamado una crisis migratoria mundial. La Jornada de Migrantes y Solidaridad incluirá una reflexión que enfatiza la importancia de la empatía y la acción solidaria hacia los migrantes y refugiados.
P6. ¿Cuáles son los retos que la sociedad civil, los defensores de derechos humanos y otros actores han enfrentado al apoyar a tantos migrantes?
R6.
Pues son múltiples los retos que se enfrentan, por ejemplo los flujos migratorios ahora son más diversos, los llamamos flujos mixtos, porque hay personas que salen de sus comunidades por motivos económicos pero se mezclan en las mismas rutas y al mismo tiempo con solicitantes de asilo, o con quienes tienen calidad de refugiados; grupos de la diversidad sexual caminan junto con madres que buscan reunificación familiar o madres, jefas de familia, que están migrando para darles mejores oportunidades a sus hijos pequeños a veces viajando con ellas o a veces los dejan en sus comunidades y en sus lugares de origen al cuidado de una persona de confianza o con quienes tengan redes de cuidado.
Además cada vez se hacen más presentes los nacionalismos que ya nos advertía el Papa Francisco en la encíclica Fratelli tutti, excluyen a los extranjeros especialmente a migrantes que buscan oportunidades de vida, y por otro lado estimulan la construcción de muros y crean políticas públicas excluyentes, así como narrativas de tipo racistas. Es común encontrar el abuso que tienen incluso las personas por donde transitan los migrantes, al cobrarles más por cualquier servicio básico de transporte o de comida, les cobran muchísimo más los coyotes que han subido sus tarifas y que no aseguran que las personas puedan viajar seguras hasta llegar a los Estados Unidos. Pero sobre todo el mayor reto, como dice el Papa Francisco en la exhortación Evangeli gaudium, se trata de que estamos viviendo en una globalización de “la indiferencia”, contraria a la cultura del encuentro y que muchas veces también se encuentra al interior de la vida de la iglesia.
P7. Ante la postura del nuevo presidente de EUA y su impacto en las políticas migratorias y relaciones con México, ¿cuál sería el mensaje actual frente a este contexto de cambios y retos?
R7.
Bueno pues, vivir una espiritualidad de la Encarnación que nos haga capaces de encontrarnos con los hermanos más vulnerables, entre ellos se encuentran migrantes, refugiados, desplazados internos y víctimas de trata. Una espiritualidad de la Encarnación que pueda ayudarnos a descubrir en los migrantes no un sujeto pasivo de conmiseración, sino una persona que nos está revelando al mismo Cristo y que al tocar su carne tocamos la misma carne de Cristo. Que nos posibilita poder oír la voz del juez que se presenta en el evangelio de Mateo y que dice “vengan a mí benditos de mi padre porque fui migrante y me acogiste, tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve desnudo y me vestiste, estuve en la cárcel o enfermo y me visitaste…”
El Mtro. Gerardo terminó la entrevista con esta última frase:
“Vivir esta espiritualidad de la Encarnación con alegría y con creatividad, propias del bautizado y sobre todo en estos momentos que se representan diversos retos, y también con resiliencia, al modo que la practican también las personas migrantes y refugiadas, que ante tantas adversidades conservan la esperanza y modos de hacer posible una vida digna.”
El Imdosoc te invita a ser parte de esta experiencia el próximo 22 y 23 de noviembre. Participa en la VIII Jornada de Migrantes y Solidaridad, donde compartiremos con destacados académicos, casas de migrantes y organizaciones que han trabajado incansablemente para acoger, proteger, promover e integrar a nuestros hermanos migrantes. Además de conferencias y foros, habrá venta de artesanías, comida, exposiciones y una video-instalación, todo con el fin de sensibilizar y visibilizar esta situación crítica en nuestra región.
¡Te esperamos en el Imdosoc para caminar juntos en solidaridad con los migrantes y refugiados!
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