Un mundo interdependiente «nos obliga a pensar en un solo mundo, en un proyecto común» (LS 164). La llamada, que nos ha hecho el Papa Francisco a comprometernos en favor de la ecología integral, tiene motivaciones espirituales, apela a responsabilidades ineludibles y no responde sólo a llamadas genéricas y a veces retóricas.
El Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar Ahmad Al-Tayyeb declararon en Abu Dabi que los creyentes deben comprometerse por la «fraternidad humana, protegiendo la creación y todo el universo y ayudando a todas las personas, especialmente las más necesitadas y pobres». La encíclica Laudato Si, antecedente del Pacto Educativo Global, presenta un planteamiento innovador para el compromiso de todos en la sociedad, basado en los conceptos de cuidado de la casa común y promoción de la ecología integral para poder asumir «una sana relación con lo creado como una dimensión de la conversión íntegra de la persona» (LS 218).
Al igual que en el Pacto Educativo, el Papa presenta una serie de ejes principales: «La íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta, la convicción de que en el mundo todo está conectado, la crítica al nuevo paradigma y a las formas de poder que derivan de la tecnología, la invitación a buscar otros modos de entender la economía y el progreso, el valor propio de cada criatura, el sentido humano de la ecología, la necesidad de debates sinceros y honestos, la grave responsabilidad de la política internacional y local, la cultura del descarte y la propuesta de un nuevo estilo de vida» (LS 16). Con esto se ha tratado de proponer una nueva acción educativa concreta para diseñar y construir juntos un futuro donde estemos unidos con vistas a preservar la vida que nos ha sido dada, y cultivar y hacer fructificar la creación que Dios nos encomendó, sin excluir ni descartar a ninguno de nuestros hermanos y hermanas. Una nueva acción educativa en la que seamos capaces de aprender para transformar, pero, ¿qué significa llevar a cabo aprendizajes nuevos para poder transformar la sociedad en la que vivimos?
Para comprender mejor este punto, los invito a leer el artículo del Dr. Javier Sierra “El Aprendizaje” en el cual nos permitirá adentrarnos en la maravilla del funcionamiento de nuestro cerebro; y les aseguro que querrán cuidarse y cuidar la creación. Y tal vez, sólo tal vez, podremos también reconocer el papel central de la dimensión ético-social que está dentro del concepto de ecología integral.
¡Hasta la próxima!
Comments