Hace falta un cambio de paradigma educativo, para el Papa Francisco que habla de una ecología ambiental, social, económica, cultural, educativa y de la vida cotidiana es una prioridad urgente que debemos plantearnos tras haber aceptado la invitación al sumarnos al Pacto Educativo Global.
Para las personas que estamos inmersas en los procesos educativos y que hemos seguido los cambios que ha tenido la educación a lo largo de la historia, estamos de acuerdo, o por lo menos espero que nos cuestionemos, que la educación, como la conocemos hoy en día, ya no responde a las necesidades actuales y menos después de vivir el punto de quiebre debido a la pandemia de Covid-19.
Tenemos que tomar en cuenta que la educación y la formación se convierten en prioridades, porque ayudan a ser protagonistas directos y co-constructores del bien común y de la paz.
Si queremos estar a la altura de lo que la educación necesita hoy y en parte nos lo plantea el Dr. Javier Sierra en su artículo: "La Educación 4.0: ¿Modelo o paradigma educativo?" entenderemos que es urgente que se inicien procesos de intercambio y de transformación con todas las iniciativas necesarias para permitir que las generaciones futuras construyan un futuro de esperanza y paz.
Es necesario un concepto de educación que abrace la amplia gama de experiencias de vida y de procesos de aprendizaje y que consienta a los jóvenes a desarrollar su personalidad de manera individual y colectiva.
La educación necesaria hoy es una educación que no sólo no tiene miedo de la complejidad de la realidad, sino que se esfuerza por acompañar a todos aquellos a quienes se dirige para que puedan vivir esta complejidad y a “humanizarla”, con la conciencia que cualquier instrumento depende siempre de la intencionalidad de quienes lo utilizan, como podemos leer en el Instrumentum Laboris del Pacto Educativo Global.
